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¿Qué rol tiene Uruguay en la estrategia del gigante colombiano de empaques Darnel?

«Tenemos la posibilidad de hacer más, pero no siempre es fácil trabajar en Uruguay», dijo el chairman Albert Douer y explicó cómo el proyecto UBQ revolucionará varios sectores al sustituir el plástico.

Nació en Barranquilla, hace 60 años. Desde hace más de tres décadas está vinculado a Darnel, multinacional colombiana dedicada a la producción de empaques «100% reciclables, compostables o biodegradables». La empresa, presente en 20 países, tiene en Uruguay una planta con fuerte foco exportador; el 88% de sus ventas son al exterior, mientras que el otro 12% queda para consumo local. Douer sostiene que la compañía podría «hacer más» en Uruguay, pero los costos lo impiden. Habla con entusiasmo de otro de sus proyectos, UBQ, que produce un material en base a desechos que reemplaza el plástico en «cientos» de aplicaciones. Douer está casado, tiene tres hijas y tres nietos.

Darnel comenzó en 1980 cuando la sustentabilidad no estaba tan presente en la agenda de las empresas como hoy. ¿Qué oportunidad vieron entonces?

Arranquemos por el comienzo porque la realidad es que las personas muchas veces nos enfocamos en el empaque y se nos olvida su propósito. Los empaques -y los de plástico en particular- permitieron que los productos agrícolas viajaran sin dañarse. Uno de los problemas más grandes que tiene el mundo hoy es que la comida o los comestibles se dañan. Más o menos el 50% de lo que sembramos o producimos se pierde sin que lo utilicemos, ya sea en el camino o desechado en casa. Los empaques permiten que lo que antes era el 80%, hoy sea el 50%. Nacimos con el objetivo de que el consumidor pagara menos por lo que consume y adicionalmente que puedan viajar los alimentos. Pero, al mismo tiempo -y esto no fue solo Darnel- se generó un problema diferente, el de los desechos. Y esto se resume muy sencillamente: hoy funcionamos en una economía lineal donde en el mejor de los casos se habla de que el 5% se reutiliza y el resto se va por relleno sanitario o peor aún, porque en el campo la solución a la basura es quemarla, lo que genera otros problemas. En Darnel reconocimos eso mucho antes que la mayoría. El concepto de economía circular es nuevo para el mundo, nosotros sin embargo sí entendimos que el problema es la economía lineal. Entonces fuimos de las primeras empresas en las Américas en tomar productos posconsumo para reutilizarlos en empaques aptos para el contacto con alimentos. Arrancamos con botellas de PET cuando en la mayoría del mundo ni se recogían. Llevamos más de 15 años con una tecnología que venimos desarrollando en el tiempo; al inicio usábamos un 20% de posconsumo, hoy garantizamos por lo menos el 70% y en el último año y medio hemos hecho inversiones enormes que deben llevar a los productos de esta línea llamada resq a utilizar un 90% de posconsumo.

¿Qué rol ha ocupado la investigación y desarrollo en la creación de los productos?

Creemos mucho en la ciencia, no en lo que vimos en un tuit o en Google. Y hay un tema muy importante y es que en el tema ecológico y ambiental tendemos a mirar la foto cuando hay que ver la vida completa de los productos, el life cycle assessment. Entonces desde muy temprano empezamos a hacer estudios, primero, de nuestros productos (los de papel y pulpa, poliestireno expandido, plástico rígido y posconsumo). Eso nos diferencia de muchas otras compañías. Somos autocríticos, no nos quedamos contentos con lo que hacemos. No es solo ganar dinero hoy, hay que ganar dinero para las próximas tres generaciones, pero además hay que hacer las cosas bien porque tarde o temprano si las haces mal, te pasan factura. En ese proceso encontramos cosas interesantes. El problema ambiental número uno hoy en el mundo es el calentamiento global. Entonces, ya no es suficiente mirar si convierto la economía lineal en circular, también tengo que atender cuál es el efecto que eso tiene sobre el calentamiento global. Y, ¿cuál cree la gente que es el producto que menos calentamiento global causa? Dice los (empaques) de papel y pulpa porque son biodegradables, pero la ciencia demostró que cuando las cosas se degradan se convierten metano, un gas que es entre 80 y 120 veces más poderoso que el CO2 en términos de efecto invernadero, y tiene un impacto inmediato, en los primeros cinco a diez años. Nosotros no queremos arreglar el problema para nuestros bisnietos, que quizás nunca van a tener planeta, nos toca arreglarlo ahora para nuestros hijos y nietos. Ahora, ¿cuál es el producto que menos calentamiento global causa? El expandido, ese producto que todo el mundo adora odiar. Eso es porque en su mayoría es aire y lo que no es aire como no se degrada no se convierte en metano. Entonces, en Darnel concluimos que el tema ambiental requiere muchas soluciones, no una, y que tenemos que dejar que los consumidores -las personas y las empresas- decidan cuál es el tema (ambiental) más importante para sí. ¿Cuál es el mundo perfecto? Cuando logramos hacerlo todo en un solo paquete, que es adonde tratamos de llegar. En nuestra gama de productos tenemos todo un abanico que le permite al consumidor definir qué es importante porque yo no puedo definirlo por él.

En el tema ecológico y ambiental tendemos a mirar la foto cuando hay que ver la vida completa de los productos»


Albert Douer, chairman de Darnel y coCEO de UBQ Materials. Foto: Francisco Flores

Darnel tiene planta en Uruguay. ¿Qué importancia tiene esta operación para la estrategia general del grupo?

Uruguay es crítico. Desde aquí damos servicios a todo el Cono Sur (que incluye además a Chile, Argentina, Paraguay y Bolivia), el gerente general del país (Alberto Brause) maneja toda la región. Por otro lado, este es un país con una capacidad humana como ningún otro en Latinoamérica. Tienen una educación mucho más desarrollada, tienen personas de un calibre muy alto. Uruguay es el centro de lo que queremos lograr en el Cono Sur. Ahora, es un país con un potencial subutilizado. Tenemos la oportunidad de poder hacer más, pero no siempre es fácil trabajar en Uruguay. Hay que afrontar que es un país de servicios entonces manufacturar es difícil, la energía es costosa, a veces los gobiernos no necesariamente han manejado la parte económica en el pasado de la mejor manera. Pero, por el otro lado tiene un activo enorme que es su gente. Entonces aquí, por ejemplo, desarrollamos automatizaciones que ninguna de nuestras otras plantas las tiene. Nos gusta introducir productos porque entienden de las cosas y es un país donde si la situación de costos fuera mejor, podría ser nuestro centro de producción más importante para la región.

Tenemos la oportunidad de poder hacer más, pero no siempre es fácil trabajar en Uruguay»

¿Qué productos se fabrican en el país? ¿Cuánto se destina al mercado local y al exterior?

Darnel en Uruguay fabrica y abastece el mercado local y extranjero con dos productos de empaques 100% reciclables, que son las bandejas de espuma y film de PVC. Ambos se fabrican bajo el compromiso de responder a la necesidad de los clientes en cuanto a eficiencia, calidad y reducción de sus impactos ambientales. Darnel exporta a 30 países, representando el 88% del total de ventas. Entre esos mercados se encuentran Argentina, Chile, Paraguay, Brasil, Bolivia, Paraguay, Perú Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, El Salvador, EE.UU., México, Panamá, República Dominicana, Trinidad y Tobago y Venezuela. Las exportaciones se completan con mercados inéditos para el sector plástico como Arabia Saudita, Kenia, Ghana, Namibia, Costa de Marfil y Uganda.

¿Cómo trabajan la innovación en la compañía?

En Darnel, la innovación es parte de todo lo que hacemos. Arranca desde el momento de diseñar un empaque, donde no solo influye el tema ambiental, sino que la funcionalidad tiene que ser la correcta, porque si no vamos a permitir que la comida se dañe y ese es un error que se comete muchísimo. Hay que entender de que existen cosas que simplemente no se pueden resolver sin empaques, ahora eso no quiere decir que no hay lugares donde estamos sobreutilizándolos, y por eso Darnel ofrece diferentes opciones. Buscamos resolver el problema ambiental ofreciendo la misma funcionalidad con menos material. Por ejemplo, los films que hacemos en Uruguay cuando arrancamos eran de 20 micras, hoy podemos hacer una película igual de buena pero con 7 o 10 micras. Entonces siempre miramos las mejores tecnologías, equipos, maneras de hacer las cosas y materiales. En este momento, estamos haciendo una apuesta muy grande en Colombia para montar economía circular de expandido y ya tenemos unos éxitos bien interesantes. Hacemos útiles escolares, que además regalamos a colegios. Hemos encontrado diferentes avenidas para reutilizar el expandido en artículos de construcción, impresiones, cartelería de publicidad. Mi sueño -que ya es una realidad- es agarrar ese posconsumo y reutilizarlo en empaques igual que con los productos de botella.


Envases resq de Darnel. Foto: Gentileza Darnel.

Hace poco UBQ Materials, empresa donde usted es coCEO, recibió una inversión de US$ 170 millones. ¿Qué tipo de solución ofrece la startup?

UBQ aborda un tema grandísimo que es el de los materiales. El enfoque ambiental ha sido mucho sobre energía, todos sabemos que preferimos solar o eólica, pero eso es solo un pedacito de lo que tomamos del planeta. Lo que realmente extraemos son materiales para construir, para comer y en eso nos hemos enfocado mucho. Esta es una innovación no solo a gran escala sino que vamos a pasar de ganancias incrementales a mayúsculas. Así nace UBQ, que hace 10 años era un concepto. Es la idea de que si uno tomaba la bolsa de basura no clasificada, con toda la comida y en los empaques donde viene, se podía hacer un nuevo material. Y nosotros convertimos ese concepto en realidad. El material es un termoplástico con las mismas características que el plástico en el sentido de que cuando lo caliento se vuelve líquido, y más importante aún, fluye, entonces me permite hacer distintas cosas. Lo importante es que puede sustituir el plástico en cientos de aplicaciones, y que en vez de estar hecho de petróleo viene de la economía circular.

El material de UBQ puede sustituir el plástico en cientos de aplicaciones; en vez de estar hecho de petróleo viene de la economía circular»

¿Qué aplicaciones tiene?

Este material sirve en todo tipo de cosas. Por ejemplo, cajas de herramientas de Black & Decker y las bandejas de McDonald’s en Brasil son de UBQ. Con esa cadena estamos viendo de hacer un restaurante clima positivo, o sea que en vez de generar carbón, lo consume. Entonces, las mesas, encimeras, tuberías, las hacemos con UBQ. Estamos en conversaciones con algunos de los productores de piso más grandes del mundo; antes de la pandemia arrancamos con un proyecto de autopartes para uno de los autos eléctricos de Mercedes, hoy tenemos 28 proyectos con ellos; estamos trabajando en filamento para impresión 3D. Hoy, economía circular es un concepto que va resolviendo parte de los problemas. Yo digo que hay una torta y estamos resolviendo de una tajada a la vez, pero nosotros encontramos una tecnología que se come el pastel de un solo bocado.

¿Cuáles son los planes para escalar UBQ? Se habló de que ya es un unicornio…

(Niega con la cabeza). La meta es bien agresiva. La tecnología es de Israel, tenemos una planta allí que es industrial y de desarrollo, pero ahora estamos construyendo otra en Holanda de 80.000 toneladas al año que es de producción. Entre los inversionistas que entraron están TPG Rise y The Rise Funds, los dos fondos de impacto más grandes del mundo. La palabra importante ahí es «impacto» y eso no se logra con una planta de 80.000 toneladas porque se generan 2.000 millones de toneladas de basura al año. Lo que queremos es entrar en una etapa de crecimiento constante. Estamos viendo de construir una segunda planta en Europa de 300.000 toneladas, en EE.UU. estamos por definir dónde haremos otra igual. Me gustaría que Latinoamérica fuera el siguiente lugar. El beneficio sería incluso superior al de países desarrollados. Primero, porque nuestros sistemas de manejo de desechos no están igual de evolucionados. Me pregunto por qué estamos pensando en (aplicar) las soluciones que en Europa no funcionaron. Aquí nunca hemos construido plantas para generar energía con basura, y Europa tiene un problema con eso. Entonces tenemos la oportunidad de pensar en tecnologías como UBQ que son un salto y no un cambio simplemente.
Hay otra cosa que es muy importante: a la gente a veces se le olvida que no todo el mundo es rico. Se dice «paguemos un poquito más por el empaque, así salvamos el planeta». Pero tenemos que ver las soluciones que le sirven al planeta, que son funcionales y también hay que pensar en su efecto social. A mí lo que más orgullo me da de UBQ es que encontramos una solución que no le cuesta un centavo más a los estratos sociales más bajos.

Es muy fácil prohibir, pero hay que ver con qué se va a cambiar»

¿En qué medida la escasa clasificación de residuos en los hogares es un problema para empresas como Darnel?

Es muy importante esa separación. Porque el reciclaje requiere que se tome una tajada de la torta que tiene que ser totalmente homogénea y limpia. Y el consumidor final es al que más fácil y económico le queda poder hacer eso. Ahora, el gobierno o la sociedad tienen que montar el sistema de recolección de todo esto. Una vez que eso se recolecta, nosotros, dependiendo del material, tenemos qué hacer con él. En Europa tienen sistemas costosísimos de separación y eso les funciona muy bien; en Colombia lo han logrado con un ecosistema de recicladores. Uruguay tiene que encontrar su sistema, pero una vez que se haga queremos ser -ya somos- parte de la solución. Es muy fácil prohibir, pero hay que ver con qué se va a cambiar. Con producto de papel o pulpa hay un tema de consumo de agua, el CO2, ¿todo eso no importa? Que la comida se dañe porque el plástico protege mucho más y permite que tenga otra vida útil, ¿no cuenta?
En Uruguay, desde 2017, somos parte de un consorcio privado de los actores que fabrican o importan poliestireno expandido. Hay un plan y nos ocupamos de que lo reciclado tenga un destino y definimos el precio que se les paga a los recicladores. Para tener una escala mayor de recuperación, desde el año pasado, nos adherimos al Plan de Gestión de Envases donde hay un mandato para recuperar todos los materiales. Si bien es incipiente, porque todavía no estamos en un porcentaje adecuado, el sistema va a tender a mejorar y nosotros somos parte de esa solución.

Madera con nanotecnología y más innovaciones


Albert Douer, chairman de Darnel y coCEO de UBQ Materials. Foto: Francisco Flores

¿En qué otros proyectos de negocios está participando actualmente con Darnel o fuera de la compañía?

Al mismo tiempo que Darnel y UBQ estoy en una compañía que se llama Daika Wood. Lo que hace es tomar el aserrín y lo reconvierte en madera virgen usando nanotecnología. El resultado es madera igual de dura y buena que si la hubiéramos cortado de un árbol. Esto va a permitir que tengamos economía circular en la madera. UBQ reemplaza también madera, plástico y minerales. Otras cosas que están pasando: ahora hay aditivos que uno le mete a los plásticos entonces en vez de degradarse en 1 millón de años lo hacen en dos o tres años. Se han desarrollado tecnologías que permitirán que los plásticos normales se degraden. Entonces viene todo un mundo nuevo. Esto es muy incipiente, va a tomar unos años, pero con Darnel ya estamos invirtiendo en unos materiales que van a permitir producir muchísimos de los mismos productos que hacemos hoy pero con algas, van a ser totalmente biodegradables, y vamos a ser líderes en fabricar ese tipo de materiales.

Fuente: El País, Suplemento El Empresario.

https://www.elpais.com.uy/el-empresario/rol-uruguay-estrategia-gigante-colombiano-empaques-darnel.html